miércoles, 19 de mayo de 2010

Operativo Estilo Yunes



Hace una semana se reportó que llegaron presuntos elementos de inteligencia militar y de la Marina a Xalapa. Según testigos, se trata de un grupo de hombres corpulentos que han agarrado los moteles de la capital veracruzana como base de operaciones, se reporta que el pasado 12 de mayo habían detenido a dos personas que estarían en proceso de interrogación. De ahí, todo hermético.

Pero a partir de su llegada, se intensificaron en la región “levantones” contra presuntos miembros de la delincuencia organizada, supuestos “halcones” (vigías, ojos y oídos de la delincuencia organizada) que son por momentos secuestrados, y aparecen días después por la calle con señales de tortura, al puro estilo –irónicamente– que realiza la mafia mexicana: a tablazos.

Esta práctica no es nueva, Miguel Ángel Yunes Linares la usó durante su paso por la Secretaría de Gobierno en el sexenio de Patricio Chirinos para "Meter en cintura" a campesinos, periodistas y funcionarios que estaban en contra del régimen, también durante su gestión por Subsecretaria de Seguridad y ahora, "misteriosamente" regresa a la entidad disfrazada de operativos federales.

De acuerdo a fuentes extraoficiales, se trataría de hasta el momento de 7 personas desaparecidas, de las cuales una ya apareció con moretones en los glúteos; es un mecánico levantado en el puerto de Veracruz, y quien responde al nombre de José Daniel Vargas Ramírez, y a quien dejaron abandonado en un fraccionamiento llamado Colinas de Santa Fe.

Los restantes serían los dos detenidos reportados en Xalapa, cuando hizo su presentación el “grupo de inteligencia militar”; el domingo habrían desaparecido 6 personas más (entre ellos Vargas Ramírez): dos en la carretera Veracruz-Cardel, otros en Cardel y dos más en Xalapa.

El asunto es que dichas actividades militares se han intensificado incluso contra la propia autoridad estatal: en el puerto ya arremetieron contra la policía intermunicipal.

Se sabe también que los miembros de las fuerzas armadas se movilizan en vehículos particulares.

Lo más grave es que estas acciones de “inteligencia” rayan totalmente en la ilegalidad: no se trata de una detención con orden judicial, sino de un grupo casi paramilitar que “levanta” a supuestos informantes del narco para torturarlos, golpearlos con tablas en las nalgas, para posteriormente dejarlos tirados. El puro “levantón” ya cae en el ámbito de la ilegalidad.

Al puro estilo de “Bastardos sin Gloria”, la película de Quentin Tarantino, nada más que región 4.

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